como la entraña oscura de oscuro pedernal:
la noche nos sorprende con sus profundas lamparas,
en rutiles monedas taando el Bien y el Mal.
Y hay dias en que somos tan lugrubes, tan lugubres,
como en las noches lugubres el llanto del pinar.
El alma gime entonces bajo el dolor del mundo,
y acaso ni Dios mismo nos pueda consolar.
Rosas Negras- Porfirio Barba-Jacob
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