lunes, 10 de marzo de 2008

BLA, BLA, BLA, BLA

Confiaba en el valor de las palabras, pero las palabras no tienen el mismo sentido para todo el mundo. Perdido el valor, perdido el sentido, que sentido tiene lo que yo pueda decirte.
Perdido el sentido, perdido el valor, que valor tiene lo que te digo. Que sentido lo que te escribo.
Y el consuelo que me queda: es que quizás te acuerdes de mi.

6 comentarios:

Sonia dijo...

Me gusta mucho el texto de hoy, y hacia mucho que no pasaba por aki, veo que has cambiado bastante tu blog, esta muy bien! Sobre todo el reproductor de musica
Un beso muy grande y gracias por seguir viendo mi blog!
Espero que hablemos pronto, aver si termino los examenes y puedo estar en el msn mas tiempo.

Marta dijo...

* SONIA
Gracias por estar, pero los examenes son lo primero, espero que los lleves bien. Pues si, cambie las barras de video por la musica, gracias a ANA.Un beso, niña

Ana dijo...

Hola niña,

hace unas "entradas" hablaba sobre el poder de las palabras, convencida de lo que decía ... hasta que (que no se entere que lo cuento) J. entró en los comentarios (al final) a cuestionarme y me dejó pensando ... y me desarmó un pelín ...

Lo más importante , a veces, es lo que se siente porque no todos tienen la capacidad de verbalizar ... ni tampoco todos entienden nuestro lenguaje ... (tengo pendiente entrada sobre el tema)

El sentido final de lo que decimos y escribimos está en lo que sentimos o no¿?.

Besos.

Marta dijo...

Ojala supiera verbalizar todo lo que pienso, pero para mi es muy dificil, ponerle palabras a los pensamientos, me resulta un duro ejercicio de estrujar los sentimientos.
Sabes, estaba pensando que seria estupendo hacer un blog solo de comentarios,me pierdo en ellos, es estupendo.....
mes petonicos.

Ana dijo...

Es un mundo apasionante el del blog sip.... lo de los comentarios la caña! Encuentras respuesta a muchas cosas, apoyo, risas, tristezas, mimos, ... ye un gustazo!!!

Anónimo dijo...

Confías en el valor de las palabras, te engañan... Y a la vez te dicen verdades como puños. ¿Confías en el valor de las palabras?