martes, 5 de febrero de 2008

CAMINO AL PRECIPICIO-2

Recuerdo que sali de alli y que tenia la sensacion de que el mundo se habia parado. Estaba solo en medio de la calle, me sentia vacio, fragil, como si tuviera que desmontarme alli mismo. De pronto me encontre, sin saber como conduciendo mi viejo Wolkswagen escarabajo. Aprete el acelerador a fondo, la carretera me llevaba hacia delante y me dejaba llevar solo por las palabras que retumbaban en mi cerebro:
-¿porque yo? ¿porque yo? ¿porque yo?- asi una y otra vez.
En mi loca carrera hacia delante no reparaba en nada, no recuerdo haber pasado por ningun pueblo, ni pararme en ningun semaforo, haber esquivado algun perro, o visto algun niño que acompañado por su madre, llorase porque esta no le habia comprado ese pastelito grasiento, que a el le gusta tanto, pero no por el bollo, sino por los cromos multicolores que se quedan pegados por la grasa y el chocolate.
De pronto me encontre en una gran explanada, al borde de un acantilado. Mi huida me habia llevado de camino al precipicio.
El pueblo de L'Escala a mi izquierda, Ampuriabrava y Roses enfrente a lo lejos, y L'Estartit a mi espalda, y bajo mis pies, muchos metros mas abajo, el mar. Estuve tentado de acelerar y acabar alli mismo, hubiese sido la solucion mas facil y rapida. Pero entonces mire el mar y lo encontre hermoso, como si no lo hubiese visto nunca. Y pense que alli no podia terminar nada , que a partir de ahi empezaba una nueva vida, distinta, con toda seguridad nada facil , pero que a pesar de todo tenia que intentar llevarla como pudiera.....
-Carlos habia dejado que me marchara, el sabia que nada de lo que pudiera decirme, podria calmar esa angustia que me carcomia por dentro. Ni sus explicaciones medicas, ni sus palabras de consuelo, ni su mano amiga, nada. Por eso dejo que me fuera, el sabia que tarde o temprano lo buscaria y yo sabia que lo encontraria en cuanto lo necesitara. Sin yo pedirselo tramito mi baja laboral transitoria. Alego una depresion, y todos mis compañeros de trabajo lo encontraron logico, debido a la apatia que habia demostrado en dias anteriores. Eso me salvo de tener que enfrentarme por unos dias al trabajo, necesitaba pensar, la mayoria de las veces no lo conseguia. Con un cigarrillo en la comisura de los labios, empeaba a divagar, hasta que la ceniza ardiente caia encima de otro de mis jerseis. En poco tiempo habia logrado que casi todos tuvieran unos agujeritos redondos, al quitarmelos por la noche, podia ver a traves de ellos la luz de mi habitacion que se filtraba, como si se tratara de pequeñas estrellas pegadas a mis jerseis.
Los dias pasaban a trancas y barrancas, pero pasaban. Lo peor eran las noches, alli empezaba mi tortura, me preguntaba una y mil veces -¿porque yo? ¿cuando me habia infectado? ¿quien me habia contagiado?.-
Y en ninguna de mis preguntas encontrba respuesta, quizas por que no la habia, pero en aquellos dias yo no podia entender que aquello me estuviera pasando a mi. Yo queria encontrar un culpable, sin pensasr que ese culpable era a su vez una victima mas, que tambien estaria sufriendo lo mismo que yo. Un dia de repente pense ¿a cuantas mujeres habria infectado yo?.¡ que se jodan! exclame con rabia. En ese momento me importaba muy poco lo que pudiera pasarles, como si su dolor pudiera aplacar un poco el mio. Repasaba mentalmente mi vida, intentando encontrar alguna pista que me llevara a alguna parte. No encontre nada, mi vida habia sido de lo mas normal, o eso me parecia a mi.

continuaremos.............

2 comentarios:

Ana dijo...

Sigo corriendo para la tercera entrega jajajaja.
Besos linda.

Anónimo dijo...

"que se jodan exclamaste con rabia" ahi tienes la respuesta a tu pregunta... Esa forma tuya de pensar y de hacer?